Dicen que tienes que sacar lo que sientes para poder superar el sentimiento de pérdida. Yo no necesito hablarlo, pues seguramente no expresaría todo lo que llevo dentro. Sin embargo necesito escribirlo, me siento mejor si lo hago, así que allá voy:
En mi vida hay dos mujeres luchadoras, una de ellas es mi madre (¡Te quiero mamá!) y la segunda nos ha dejado este fin de semana: mi abuela.



Yaya,

Hoy nos despedimos de ti, quería escribirte mis sentimientos. Es verdad lo que dicen: a veces no te das cuenta de lo mucho que quieres a alguien hasta que lo pierdes. Yo te quiero mucho, por eso te dedico este pequeño espacio en mi sitio especial, te mereces más pero es lo que tengo.
Has sido una mujer fuerte, te superabas día a día, tienes un corazón enorme. Es tan grande que has sido buena hija, buena madre y una excelente abuela. Incluso con personas que no son familia directamente, las has tratado como tal, tenías amor para todos, y nunca has pedido nada a cambio. Te has preocupado por todo y por todos, pero qué te vamos a decir, así es como eres: una abuela dedicada a su familia, sabes que te lo agradeceremos eternamente.
Siempre has luchado por la vida, solo los más cercanos saben cuánto te ha costado. Pero te has quedado con nosotros todo lo que has podido y más, lo has dado todo hasta el último segundo, te has aferrado a la vida cómo una valiente, por nosotros, porque tu estabas tan cansada ya...

Te quería dar las gracias yaya, contigo hemos pasado momentos felices inolvidables y también nos has apoyado cuando las cosas iban mal. Gracias por preocuparte por mi, sé que no te he demostrado todo lo que me he preocupado yo por ti, pero estoy segura de que lo puedes sentir en tu corazón. Tus nietos pensamos en ti como algo más que una abuela, has sido una segunda madre para muchos y una buena amiga para otros. Para mí siempre serás el pilar de esta familia yaya, sin ti la vida no va a ser lo mismo.
Solo hace dos días que nos has dejado y no sabes cuánto te echamos de menos, ni todas las lágrimas que hemos derramado podrían calcular cuánto te necesitamos. Sobretodo tus hijos, nada va a ser igual para ellos a partir de ahora, sabes que te han querido lo que más. No te preocupes yaya, voy a cuidar de mi madre cómo siempre me decías. Pero prométeme que nos cuidarás a todos estés dónde estés, tu creías en un cielo y sé que allí vas a estar reunida con los tuyos. En nuestros corazones siempre tendrás tu hueco, en nuestro día a día te vamos a tener presente y en nuestros recuerdos vas a permanecer.
Hay que ser fuertes y valientes cómo tu lo has sido, para superar el hecho de que te has ido necesitamos eso y más. Algo que me has enseñado es precisamente a luchar, y es un valor que aprecio muchísimo, un valor que quiero que mis hijos algún día también tengan. Ahora más que nunca nos mantendremos juntos yaya, porque con tu fuerza y tu amor podremos con todo.

Te queremos muchísimo, sé que no lo vas a olvidar, igual que nosotros no te olvidaremos a ti. Una parte de ti siempre estará con nosotros.
Gracias por tu amor y tu bondad.



Laura.