¡Hola a todos!


¿Qué tal habéis pasado la semana?
La mía ha sido más ajetreada de lo que había pensado en un momento, cómo habéis podido notar no llegué a subir el Pokélook de este jueves. Y en realidad esta entrada estaba programada para ayer, ya que es un nail art que hice para San Valentín. Tuve un día muy bonito y estuve realmente poco en casa, cuando llegué no era suficientemente persona como para ponerme a escribir hahaha. Pero siguiendo el: "mejor tarde que nunca" subo mi propuesta de todas formas.

¡Espero que os guste!

Lo que he querido representar en este nail art de San Valentín es una leyenda que proviene del este de Asia, se piensa que es una leyenda de origen chino, pero la verdad es que yo la conocía por la cultura japonesa, que me encanta.
Respecto a la leyenda, dicen que los dioses atan los extremos de una cuerda o lazo rojo a dos personas que están destinadas a conocerse en algún momento de su vida. En la cultura japonesa se dice que el lazo está atado en el dedo meñique. Las dos personas que están conectadas por ese lazo rojo están destinadas normalmente a ser amantes, no importa cuando, ni cómo, pero lo serán. Es un lazo que puede estar más tenso o mas suelto, pero nunca se romperá.


A pesar de que es una leyenda que normalmente se atribuye a las uniones amorosas, a mí me gusta pensar en ese vínculo cómo algo más. Es algo muy estrecho y realmente casi invisible que une a dos personas, y para mí no tienen porqué ser parejas. En mi opinión es algo que también siento hacia mis mejores amigas, ya que cuando recuerdo las historias de cómo nos hemos conocido, cómo nuestra relación ha ido avanzando sin romperse pienso automáticamente en la leyenda.
Por supuesto si seguís mangas, animes u os gusta la música o el cine japonés habréis visto el uso de esta leyenda en muchas ocasiones. También se ha usado en algunos videojuegos, cómo mi querido Pokémon♥


La base que he usado para este nail art es de nuevo mi esmalte blanco de Flormar, es el número 400 y hasta ahora el único blanco decente que tengo a pesar de que tarde bastante en secar, si eres paciente da buenos resultados (últimamente estoy poco paciente).
Sobre él utilicé acrílico rojo, con la ayuda de negro y blanco para oscurecerlo u aclararlo, así conseguir un poco de dimensión, para que no quedase plana la manicura. Decidí que el lazo hiciese un recorrido por las uñas hasta formar un corazón en el dedo anular.  A pesar de que es muy sencillita, luce muy elegante y si realmente entiendes el significado es más "ñoña" de lo que parece, hahaha.
Yo no la lucí el día de ayer, porque me apetecía demasiado pintar mis uñas con el Ruby Pumps para San Valentín, aun que cómo sabéis era una excusa para ponerme este maravilloso esmalte. También porque estoy por faena adelantando manicuras para el próximo reto que empezaremos el mes que viene ;)